Lucía Lucas
La fabricación digital está revolucionando diversos ámbitos que van desde la medicina, hasta la gastronomía pasando por la arquitectura, la moda, la joyería, la industria aeroespacial y un largo etcétera de sectores, que hasta ahora hemos asociado al concepto de manufactura. Algo manufacturado significa, como bien define la RAE, algo hecho con las manos o con auxilio de máquinas. En contraste con lo anterior, en el momento actual y gracias a los avances en programación, robótica y mecatrónica, tendemos a una manera de fabricar que es totalmente lo contrario a la manufactura: hacemos las cosas con las máquinas y nos ayudamos con nuestras manos. Esto es lo que el economista y sociólogo Jeremy Rifkin llama infofactura.
La infofactura es la manera de producir bienes y objetos utilizando la tecnología de fabricación digital. Ésta utiliza máquinas de control numérico (CNC-Computer Numerical Control) que suelen ser fresadoras, cortadoras láser, cortadoras de vinilo, impresoras 3D y robots automatizados. Estas herramientas tienen su propio software y trabajan directamente con los planos de las líneas de corte o con los 3D directamente. Ahora, lo interesante de todo esto, es que tanto el proceso de diseño como el proceso de elaboración física son digitales y por tanto el paso de uno a otro se hace de una manera muy sencilla y rápida, casi tan fácil como sería imprimir un plano en una impresora tradicional. Aquí está la revolución. Esto abre muchas puertas a distintos profesionales (arquitectos, diseñadores, ingenieros, joyeros, etc) y también a otras personas (makers) que están interesadas en fabricar sus propios productos en sus estudios y en sus casas de una manera rápida y económica. También es una oportunidad para la industria manufacturera ya que permite hacer trabajos muy complejos de una manera más eficiente.
Esta tecnología, como cualquier otra, cambia el panorama laboral a nivel general en el ámbito de la manufactura. Debido a la eficiencia de la misma, se destruirán muchos puestos de trabajo, ya que se necesitarán muchos menos operarios para fabricar cada pieza. A cambio se crearán muchos otros nuevos trabajos, que desde mi punto de vista, serán de mejor calidad debido a la gran cantidad de conocimiento necesario, para diseñar, producir y manejar estos artililugios.