queridos amigos de la vieja Europa:
«Lo verde empieza en los Pirineos», reza el título de una joya del séptimo arte, los años dorados del cine patrio, eso que algunos dieron en llamar «el destape», y que a las que en aquella época estuvimos en la pomada del chou bisnes nos gusta llamar «nuevo cine libertino y desefadado».
Y no pudo ser mas acertada la cartelera de aquella obra maestra de Vicente Escrivá, pues para todos aquellos que procedais de la civilizada y vieja europa, advertiréis que tras pasar La Junquera, el paisaje va trocando sus colores por tonos más ocres, tostados, y la vegetacion va dando paso a secarrales y pedregales yermos donde, como he mencionado anteriormente, solo sobrevivirían ciertas especies de invertebrados. Ya a la altura de la provincia de zaragoza, la vasta extensión del desierto de Monegros ha ido transformando el estado de ánimo del visitante centroeuropeo desde la sorpresa por lo pintoresco hacia un estado de desasosiego que raya en lo preocupante.
Ah! zaragoza, cuna de la culltura maña, hermanada con la cultura baturra, de la que tantos chistes se han hecho, artistas de varietés como Marianico el Corto, Jordi LP o Amaral son maños.
Pues bien, con el mundo cultureta de nuestra piel de toro sucede algo parecido: Aunque charlatanes que anden con cantamañanadas de medio pelo hay en todas partes, no bien uno cruza la frontera, advierte que el páramo estéril tambien invade las mentes pensantes, y que, éstas, tratan de disimular los polvorientos peñascales cubriendolos con extensas peroratas que no hablan de nada, a modo de estrambóticas plantas y floripondios, como si de una ciudad de la costa del sol se tratase.
Vacuos centros florales, parterres barroquizantes, y anodinos campos de golf van apareciendo a lo largo de su interminables discursos al mas puro estilo castrista, tratando de disimular algo que con el tiempo se acaba sabiendo: No tienen ni puta idea, y lo que es peor, ni siquiera se lo han preparado.
Así pues, querido amigo centroeuropeo, si estás pensando en venirte de Erasmus, ni lo sueñes, porque tras ese manido discurso de libertad creativa, del arte y ensayo en la arquitectura, se esconde un ser vil y dictatorial que, en cuanto vea lo que se le viene encima (una generacion infinitamente mejor preparada y que hace proyectos mucho mejores que la precedente) te intentará aplastar como a una cucaracha, aduciendo que no te explicas con claridad.
De modo que, si sueñas con un curso sabático, en un clima agradable, regado por ingentes cantidades de alcohol y salpicado de torneos amorosos, tu destino es Italia o Portugal. Haz lo que creas, pero no digas que no te lo advertí.
La reynolds ha hablado.