Izaskun Chinchilla: arquitecta
La sostenibilidad es “un punto de paso obligado”
Gabriela D. Figuls
Izaskun Chinchilla, a pesar de su juventud, 34 años, aboga desde hace tiempo por una perspectiva diferente en la arquitectura: la sostenibilidad. Esta madrileña incorpora nuevos y complementarios valores a través de sus proyectos, y de la docencia (es profesora de la Escuela Técnica de Arquitectura de Madrid). Algo que no siempre ha sido bien acogido entre sus colegas de profesión. Un revulsivo que tal vez incomoda la ortodoxia imperante pero acerca la arquitectura al ciudadano.
Cuando hablamos del mundo de la cultura, parece que la arquitectura juega en un segundo plano, ¿a qué se puede deber?
La arquitectura tiene una componente técnica que parece haberla exiliado al lado de los expertos. Para hablar de arquitectura parece que hay que dominar ese componente y hasta cierto punto eso es cierto. Pero la arquitectura también toca muchos campos de interés, afecta a la vida cultural y personal de la gente.
¿Y qué se puede hacer?
En los últimos años ha habido un cambio de actitud hacia la arquitectura que ha venido de la mano de los arquitectos estrella: figuras conocidas mundialmente dentro de un mundo de no arquitectos. Para algunos profesionales es un fenómeno antipático porque ven implícitos procesos de mercantilización, comercialización y de primacía del estilo sobre la auténtica reflexión. Puedo entender esa opinión aunque no la comparto al 100%. Lo malo y lo bueno de los fenómenos de la realidad es que nunca puedes separar nítidamente lo positivo de lo negativo. Los arquitectos estrella han lanzado la arquitectura al mapa de problemas culturales y eso es más importante de lo que la gente pueda llegar a pensar.
¿Que valores aplicas en tu forma de hacer arquitectura?
La arquitectura debe formar parte de la situación contemporánea en la que se inscribe. La realidad en la que vivimos nadie la ha empaquetado, nadie la ha convertido en un libro de texto. El intento consciente es conectarse con las cosas que están ocurriendo en tiempo real y en el estado salvaje en el que están. Trabajamos para estar actualizados. En ese sentido creo que la sostenibilidad ha jugado un papel fundamental en la revisión de las perspectivas. Es un fenómeno al que los arquitectos tenemos que responder.
¿El futuro de la profesión pasa por la sostenibilidad?
Como decía el sociólogo Bruno Latur, es un punto de paso obligado. Algunos arquitectos se quejan de que es algo en boca de todos y que muchas veces se habla sin saber. Para mi es una buena noticia, la popularización es positiva. Estamos dando los primeros pasos.
¿Cómo ves la ciudad del futuro?
Algo que ya se está produciendo, al menos en los países desarrollados, es la rehabilitación de los centros urbanos que habían experimentado un enorme abandono. En España por ejemplo, el centro histórico de Toledo es un mueso donde prácticamente no vive nadie. El Rabal de Barcelona, con una presión fortísima de turismo para los ciudadanos que viven allí, ha dejado de tener una funcionalidad clara.
¿Y esta tendencia de rehabilitación de centros urbanos se está produciendo en España?
Está empezando. El Ayuntamiento de Zaragoza tiene un programa muy intenso de dotación a todas las viviendas del centro de estándares de calidad como son ascensores, accesibilidad, etc. Es una tendencia que se va instaurar, pero todavía muchos ayuntamientos van en la cola. España como país desarrollado de tradición mediterránea tiene el tesoro de poseer centros urbanos muy funcionales donde se puede vivir con una sorprendente calidad de vida y donde no hay dependencia del vehículo.
Entonces se trata de volver al modo de vida de antes, de una vuelta atrás
No. Hubo un primer inicio a la sostenibilidad donde se intentó defender esa vuelta atrás, una visión muy romántica. Se trata de lo todo lo contrario, de una ida hacia delante: transformar los centros urbanos. El romanticismo no es práctico, pero tampoco es práctico el abandono de lo que ya tenemos. Hay que pensar en cómo transformar lo que tenemos.
Los arquitectos estrella son casi todos hombres
Hay alguna representación femenina, dos o tres han conseguido colarse. También hay mujeres asociadas con hombres. Pero en ese estado intermedio entre arquitectos estrella y arquitectos anónimos con estudio propio y conocidos en el ámbito profesional, hay un porcentaje de hombres incluso mayor.
Sin embargo en la facultad de arquitectura hay más chicas que chicos
Si, un 52%. Hay alumnas que destacan en el aula porque son muy brillantes tanto en lo personal como en lo arquitectónico. Pero en los dos o tres primeros años de la vida profesional de una arquitecta la perspectiva cambia completamente. En ese momento, muchas mujeres deciden no incorporarse al ejercicio profesional libre porque es un medio brutal en el que los valores asociados a lo femenino no son los triunfadores. Hay una gran pérdida de talentos. En los últimos años hemos progresado, pero es una visión muy ingenua pensar que los valores femeninos se hayan asentado.
¿En España la situación es particularmente difícil para las mujeres?
España es de los sitios difíciles. Mis tres primeros años después de la carrera los comentarios eran, bueno, ya veremos esta chica lo que pasa con ella, será probablemente flor de una sola primavera.
¿Y eso no pasaría con un chico?
Absolutamente, no.