Un espectáculo vertebrado por la música y por la improvisación, en el que convivivieron disciplinas artísticas como poesía, danza, canto, animación, escultura, interpretación o infografía.
Alternando la música en directo con una selección de canciones, el viaje sonoro que partió de grabaciones de campo, pasó por el ambient, el dub, o el hip hop instrumental, para acabar con la fiesta de la vida bailando con techno y electroswing.
Una escenografía virtual proyectada matizó la escena, en la que se alternaron las intervenciones musicales y de danza, con la palabra leída e improvisada.
«Gracias por ser» es un proyecto de Víctor Doval, arquitecto, artista plástico, escenógrafo, vocalista, beat-boxer, dj y diseñador de atmósferas sonoras, que en esta ocasión estuvo acompañado, por Mónica Sánchez (vocalista, percusionista, mezcla filosofía oriental con sonidos ancestrales y melodías de jazz) y por Ada Fernández (cuyo trabajo explora la intermedialidad de diferentes lenguajes escénicos como la danza, la expresión corporal y textual), por Lucia Lucas (Arquitecta, artista gráfica y sonora basa su obra en la construcción sonora de sensaciones y recuerdos) y por Mario Vega (arquitecto, diseñador y productor de música especializado en las interfaces interactivas para la creación de ritmos y sintetizadores en directo)
Con Escaravox como escenario, el viernes 3 de agosto aconteció en Matadero una experiencia multisensorial, que invitó a reflexionar, compartir, bailar y disfrutar de una noche de verano incomparable